Cabaña Don Julian

Pésima atención, mi abula es diabética. Pido bebida sin azúcar, luego del almuerzo pidieron postre y la moza opino sin pedírselo que ella no tendría que comer eso si era diabética. No debería estar permitido ese trato a las personas, ni en un restaurante ni en la vía publica.

Fuimos varias veces con mi familia cuando era chica y decidimos volver después de 25 años y encontramos el lugar mejor de lo que nos acordábamos. La vista es increíble, se respira paz. Las habitaciones son amplias, limpias y cómodas. Es cierto que no hay televisor pero es un lugar para desconectarse. La pileta es espectacular. La cocina del restaurante también. Comimos surubí en todas sus formas: escabeche, a la plancha, ceviche, milanesa. Los cortes de carne vacuna y las milanesas buenísimos (contrario a lo que uno puede esperar, teniendo en cuenta que el lugar se especializa en pescado). La limonada muy muy rica, la carta de vinos muy completa. Es un lugar familiar, para pasar unos días frente al río, comiendo rico y relajándose. Un párrafo aparte para Emilia, que con sus chistes y su buena onda alegró cada almuerzo y cena. Y para Irupé. Mi papá es grande y tuvo un accidente mientras estábamos alojados. Ella lo curó y lo cuidó con toda la paciencia y el cariño del mundo. La cabaña no sería lo que es sin su gente. Gracias infinitas por unos días maravillosos! Volveremos antes de que pasen otros 25 años

A los dueños: Hace años atrás (tal vez 7 años aprox.) me hospedé en las cabañas, no en el hotel. Aunque también lo conocí cuando estuve por allí. Fue una escapada familiar en donde la pasamos muy bien, a pesar de haber tenido unos inconvenientes técnicos en nuestro alojamiento, por falta de mantenimiento en el mismo. En su momento, dejé una reseña que, si bien fue sincera, también fue dura. Y hoy, años después, me di cuenta de que a pesar de todo, siempre estuvieron a disposición para cualquier cosa y que también trataron de solucionar a la brevedad posible los inconvenientes. Hoy siento que me enfoqué más en señalar lo negativo, que en también mencionar lo positivo. Después de todo, lo que terminó valiendo más fue lo mucho que se esforzaron dentro de sus posibilidades de entonces por mejorarnos la experiencia. Nos ha quedado un lindo recuerdo familiar en esa escapada y también fue por haber disfrutado de lo que estuvo bien. Confiamos en su crecimiento en estos años y felicitamos por ello. Perdón y gracias.

Es realmente un paraiso. La habitacion super comoda, con una vista al rio increible, baño comodo, un hogar, aire acondicionado y buena iluminacion. El personal es super atento y la comida es increible. El desayuno super completo. Tiene un area arbolada para sentarse mirando el rio de la que no queres salir, con un millon de pajaritos cantando. La puesta de sol es espectacular. Tiene playa y una piscina hermosa. Sin dudas un lugar al que volvere. Ideal para descansar y si te gusta la pesca, es el lugar al que tenes que ir.

Tuve el privilegio de visitar este lugar y es muy dificil describir el sentimiento que la Cabana y sus duenos te hacen sentir. Fuimos mis hermanos y yo en una escapada de pesca y primera vez los tres juntos en una aventura. Vivo en Canada hace 33 anos y he visitado muchos lugares alrededor del mundo, pero la sensacion de paz y tranquilidad que tuve durante esos 3 dias no la habia sentido jamas. Igualmente mis hermanos que viven en Buenos Aires. Desde el momento que llegamos fuimos tratados con cortesia y haciendonos sentir mejor que en casa.Los duenos toman cuidado de todo y sus empleados siguen esa misma filosofia. La habitacion # 7 es muy confortable y las cams son muy buenas y la limpieza de 10. La comida y desayunos son de excelente calidad y casera. Gustavo, Emilia y una chica que no recuerdo su nombre, atienden con mucha calidad. Las charlas con Emilia son espectaculares y divertidas. Nueatro guia de pesca fue Irineo, y de pesca saben un montonazo. Pude pescar mi primer Dorado de casi 8 kilos (Sueno cumplido) y tuvimos en un dia 12 piques firmes y un doradazo que decidio decir adios enfrente de la lancha que Ireneo calculo pesaba cerca de los 16 kilos. Ya volvere por la revancha. Mil gracias Irineo!!!! El lugar no puede estar ubicado mejor ya que te ofrece todo lo que necesitas. Mil gracias a Irupe, Anahi y Andres por seguir el legado de Don Julian y hacer de la Cabana un lugar inolvidable Gustavo y sus hermanos