El Mirador Del Alcazar

Nos alojamos en el apartamento nº 4, el que está decorado en tonos verdes (alfombra, sofá y cuadros). La primera vez que utilizamos la ducha, nos encontramos con que el desagüe estaba embozado y se formaba una piscina de agua en el plato de ducha, en nuestros pies. Por otro lado, los desagües de los lavabos de los dos baños acumulaban agua en la poza. Además, en todos los grifos del apartamento salía el agua turbia (me di cuenta cuando ya me había lavado los dientes con ese agua). Una verdadera asquerosidad, la verdad. Por si esto fuera poco, cuando se lo comunicamos a la dirección nos obligan: 1º) A permanecer allí hasta que los técnicos pasen al revisarlo todo, o bien, que pasen sin estar nosotras presentes, y por tanto, sin supervisión de nuestras pertenencias. 2ª) Dependiendo de la gravedad de la avería, valorarían si nos cambiaban o no de apartamento. Es decir, el problema y su solución pasaba por ocasionarnos el máximo de molestias posibles, cuando la solución más sencilla, menos gravosa y más adecuada para nosotras hubiese sido habernos trasladado a otro apartamento y ellos proceder a los arreglos pertinentes. Esta última opción nos la negaron. La persona encargada del establecimiento, la Sra. Eva, nos trató con mala educación y prepotencia, gritando y sin ni siquiera dejarnos hablar, porque teníamos que aceptar esas condiciones sí o sí, ya que, lo que proponíamos nosotras era una tontería, que no tenía sentido, porque ella había viajado mucho por el mundo y en todas partes se hacía así. Increíble. Y se supone que es un 4 estrellas... Ante esta situación, nos vimos obligadas a buscar otro hotel, con las molestias e inversión de tiempo que esto nos ocasionó. Como añadidura, comentaros que, sorprendentemente, la temperatura de los apartamentos no la podéis regular vosotros. Tenéis que llamar por teléfono a dirección para que os la cambien, o sea, que si tienes calor por la noche, ponte a llamar, para acabarte de despertar, a ver si consigues contactar con alguien, porque en recepción no hay nadie… Y por último, comentar que las duchas de los dos baños, en teoría independientes, comparten un cristal desde el que se ve toda la silueta del que se está duchando. O sea, que el que está en un baño, ¡¡ve al que se está duchando en el otro!! ¡¡Pero eso no es todo!! El que está sentado en el sofá del salón, ¡¡¡¡también ve al que se está duchando, porque una de las duchas también comparte cristal con la pared del salón!!!! Es todo un despropósito. Nos vimos en la obligación de presentar una hoja de reclamación ante la Junta de Castilla y León. Mi consejo, obviamente, es que ni os planteéis alojaros ahí. Espero que nuestra experiencia os sirva para tomar la mejor decisión en vuestra estancia, en esa ciudad tan bonita como es Segovia. Un saludo.