Hotel la Polar

Pues qué contar de tan maravillosamente experiencia? Pues habitaciones sucias, camas con manchas, baños llenos de pelos, mala insonorización ….Y lo peor de todo su dueña ADELA, mujer mayor que se dedica a estar constantemente presente, ya sea en el bar hablando mal a su personal o vigilando por las cámaras como en Gran Hermano. Tuvimos que acercarnos sobre las 23:45 al hotel un grupo de amigos (todos clientes del hotel) y necesitamos ir al baño por lo que RAMÓN (uno de los empleados más agradable que tiene. Un 10 como empleado) nos permitió ir al baño de la cafetería ya que así evitábamos subir a las habitaciones y molestar al resto de personas alojadas en el hotel. En cuanto la primera persona salió del baño Adela llamó a Ramón y EXIGIÓ de muy malas formas hablar con esa persona. La trató como una delincuente sólo por ir al baño!!!! Y luego hablando normal entre todos fuera llamó nuevamente a Ramón para exigirnos que nos calláramos. Buena forma de tratar a los clientes SRA. ADELA. Aprovecho a recomendarla que quite la cámara que está grabando en el exterior de la calle ya que vulnera la RGPD. En definitiva SRA.Adela si sabe contar, no cuente con nosotros más.

Está claro que al final lo barato sale caro, hay que decir que las empleadas de recepción han sido muy amables pero el carácter y la forma de dirigirse a los clientes del propietario dejan mucho que desear y ninguna gana de volver a qued**** en este hotel. Parking con suplemento y estrecho para coches grandes. Habitaciones muy ruidosas, se escucha todo. También aceptan mascotas y en nuestro caso un perro que había en las habitaciones de al lado se tiro un largo rato ladrando a las 12 de la noche sin que nadie del hotel hiciera ni dijera nada.

Desde la recepción hasta el servicio de habitaciones y la cafetería todo ha ido de diez. Las habitaciones muy limpias, con terraza, buena ubicación, cerca de la playa del bioparc, etc. En general todo bien, y las chicas de cafetería y recepción genial.

Pasamos un fin de semana mi pareja y yo con nuestro perrin. Sin coste adicional. El hotel está muy limpio y el trato es excelente . En la cafetería también admiten perros. Ponen muchos pinchos y se desayuna muy bien. Volveremos.

Hotel cerquita de la playa de poniente a 15 minutos a pie del centro, con una cafetería muy acogedora y con un servicio de camareras muy activas y buena atención , tanto como el desayuno y cada pedido una tapa para quedar muy satisfecho y muy bien de precio , sin duda repetiremos estuvimos encantados con la amabilidad de sus empleados un 10 repetiremos y será nuestro hotel para repetir gracias por todo.

Estuvimos cómodos y bien. El personal es atento y hay una cafetería abajo. Está justo enfrente de la estación de Renfe, así que el lugar nos resultó muy conveniente. Para ir al centro hay que caminar, pero se puede llegar y el paseo por la playa merece la pena.

Lo más importante del alojamiento es la ubicación , y el acceso al centro incluso andando Lo peor , no dispone de aire acondicionado, malos olores en el baño por motivos de cañerías y mosquitos debido a este asunto. El personal de limpieza muy amable.

La amabilidad en el recibimiento. Y las instalaciones nuevas.